Esta exposición en el Monasterio de Santo Domingo de Silos coincide en el tiempo con la gran retrospectiva que dedica el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía a la obra de Antoni Tàpies (Barcelona, 1923-2012). En ella se considera su gran aportación como pintor, a través de un recorrido por los hitos de su producción desde 1943 hasta la fecha. Frente a las noventa obras de la antológica en Madrid, esta exposición se integra por una cifra más modesta, dieciséis obras. La selección se realiza en función de la diversidad de materiales y técnicas empleadas por el artista, con el objetivo de dar una visión sintética de su trabajo a lo largo de los últimos quince años. Tanto los catorce lienzos como las dos esculturas presentes en la exposición inciden en las técnicas aditivas tan propias de Tàpies, que ponen en relación materiales diversos como esparto, arena, tela, cuerda, aluminio, cartón, papel, bronce o el polvo de mármol. El recogimiento y silencio del monasterio y el diálogo de las obras con la arquitectura románica constituyen un lugar privilegiado para encontrar las respuestas a las preguntas planteadas por el arte de Tàpies, uno de los artistas esenciales del siglo XX español.
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