A lo largo de la historia del arte, creación y locura aparecen como constantes entrelazadas. Ya Platón habla de dos tipos de locura: la clínica y la creativa, asociando esta última a los profetas y a los poetas. Desde entonces la creación tiende a entenderse como fruto de un estado psíquico distinto o especial que genera monstruos (arte). Si apartarse de lo ya dado, de lo configurado por los esquemas rígidos y racionales de nuestra sociedad es locura, el artista se instala cómodamente en este especial estado de diferencia. La exposición se compone de cinco series sobre el tema de la locura. El instinto dramático de estas obras está presente en esos personajes que con vocación universal no hablan de un aspecto concreto, sino de un lugar común de la acción y del sentimiento humano.
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