Femme VI (Mujer VI)

El interés por un proceso pictórico fluido con el material como protagonista fue esencial en la pintura de los últimos años de Joan Miró. Femmes VI (Mujeres VI, 1969) es la última obra de una serie de 1969 titulada Femmes et oiseaux (Mujeres y pájaros). La pintura, en la que la expresión del trazo y la sutileza y profundidad en el uso del color son fundamentales, denota la calidad desbordante del arte de Miró de este período coetáneo a la expansión del expresionismo abstracto norteamericano. El pintor adopta un tipo de ejecución rápida, y sin renunciar a su identidad como maestro indiscutible de la modernidad, mantiene su universo simbólico y una sintaxis pictórica extremadamente libre, heredera de su pintura de los años de eclosión del surrealismo, cuando definió y amplió todas las capacidades expresivas y poéticas de la pintura. Femmes VI muestra el dinamismo con el que Miró integra diferentes materias y procesos. Conviven en el pequeño lienzo el trazo, el difuminado, y la pincelada fluida, sobre una tela cruda, sin preparación, de modo que permite ver pequeños dibujos a grafito, que son reminiscencias de su obra de los años veinte. Hacen pensar que, en esta ocasión, la reutilización de un lienzo antiguo, contiene una consciente y sutil referencia a su pasado como un clásico del siglo XX, en un período en el que de nuevo se apostaba por forzar los límites de la pintura en el panorama internacional.

Carmen Fernández Aparicio
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